Y cuando los hayáis ganado
tened bien presente no deteneros.
Más lejos, siempre id más lejos,
más lejos del presente que ahora os encadena.
Y cuando estéis liberados
volved a empezar nuevos pasos.
Más lejos, siempre mucho más lejos,
más lejos, del mañana que ya se acerca.
Y cuando creáis que habéis llegado,
sabed encontrar nuevas sendas."
Se acerca el final de este 2010 y todos esperamos un nuevo año, pensamos que aquellas cosas que no pudieron ser en estos doce meses llegarán a cumplirse en los meses que llegan.
Al final de nuestra última uva tomaremos champán, repartiremos besos y dentro muy dentro de nuestros pensamientos volveremos a desear que este año que entra sea un año mejor, un año el que se acaben las guerras, los abusos a quienes menos tienen, las desigualdades, la violencia, el machismo, el odio a quienes son diferentes... pero, ¿vamos a esperar que todo eso suceda?
Hace unos días me decía un amigo y compañero lo que cansa no dejar de hacer cosas para mejorar lo que ahora tenemos y como todo se viene abajo cuando te das cuenta que aquello que se hace llega a muy pocas personas y algunas tan siquiera pueden llegar a apreciarlo.
Este año yo también me voy a comer esas uvas que nuestra tradición dice nos traen suerte para el nuevo año, voy a tomar una copa de champán, si es posible con un anillo de oro dentro, para seguir atrayendo la suerte, felicitaré a todas aquellas personas que estén cerca en ese día. Pero además no voy a desear que mejore el mundo en el que vivo, no voy a desear que cambien las cosas y las guerras acaben, no. Voy a desear que quienes están día a día peleando para que las cosas cambien nunca caigan en el desánimo. Voy a pelear con todas mis fuerzas para que nadie tire la toalla, porque si esas personas, las que están cerca, las que conozco, quienes están ahí dejando de lado sus ambiciones personales para atender las necesidades de otras personas dejan un día de hacer lo poquito que hacen, entonces sí que no tendremos ningún cambio posible.
Vivimos quietos, callados, esperando que algo cambie, que todo comience a ser mejor pero no podemos seguir esperando a que alguien haga algo, deberíamos pensar que nuestro mundo solo nos condiciona pero eso no hace que todo lo que vivimos este predeterminado por nada, por nadie. Somos constructures de nuestro mundo y no podemos seguir parados esperando que alguien ponga el próximo ladrillo.
Resulta desalentador ver como día a día el camino a recorrer se hace más duro y a veces más largo, pero solo os pido que no os desaniméis, que sepáis que siempre hay alguien que reconoce lo que hacéis. Dificilmente podrémos ver unos tímidos resultados de aquellos que hacemos cada día y que tan pocas personas conocen, pero tod ese proceso, todo ese proyecto de vida va contaminando conciencias, comienza a generar conocimiento y lo que es más importante, acción.
Si algo quiero que me traiga el 2011, es seguir viviendo la inquietud de quienes no se conforman con vivir en el mundo en el que viven porque como dicen algunas parsonas “es mejor que otros”, sino que buscan que esos otros mejoren su mundo seguir viendo la fuerza de muchas personas en el duro viaje a Itaca y la decisión de que todo debe cambiar, porque existe la posibilidad de cambiarlo, por pequeña que sea, y esa posibilidad nos invita a no rendirnos.
Os voy a pedir una cosa a quienes seguís ahí, sin dejar de luchar por vuestros derechos, sin dejar de denunciar ua injusticia tras otra, un atropello detrás de otro, no os rindáis, sois las únicas personas que mantenéis la esperanza en la realidad del día a día.
Feliz 2011.