lunes, 8 de febrero de 2010

EL DERECHO A SER FELIZ


Parece incomprensible que durante la declaración de los derechos humanos no se le ocurriera a ninguna de aquellas nutridas mentes incluir el DERECHO A SER FELIZ en dicha declaración, aunque bueno quizás ser feliz se entendería hoy en día de una forma diferente, aunque yo me pregunto si debería decirse ser feliz o … ¿sería mejor decir estar feliz?.

A veces escucho a muchas personas decir que merecen ser feliz, que esta o aquella persona es feliz, que no hay derecho a que siempre esté sufriendo, que por qué este o aquel es feliz y yo no… yo por dentro siempre me pregunto… ¿qué haces tú para ser feliz?.

Yo pienso que la felicidad no es algo que se tiene o no, no es algo que tengamos que conseguir en nuestra vida como una posesión más, entiendo la felicidad como una forma de vida, no es “ser” feliz sino “estar” feliz.

A veces, yo sé que puedo resultar pesado, de hecho creo que lo soy y mucho, pero no dejo de decir que tenemos que tener una visión más positiva de todo lo que nos sucede, porque de lo contrario comenzamos a hundirnos y cuando uno mismo se hunde, la salida es mucho más difícil. Es como el viejo dicho del vaso medio lleno o medio vacio, para mí casi todo en tu vida girará en torno a cómo quieras ver ese vaso…

Cuando ves el vaso medio vacio todo a tu alrededor parece conspirar para fastidiarte, para hacerte más difícil ver lo útil y lo bello que te rodea, para hacerte caer en tu próximo paso. A todos nos ha pasado alguna vez, basta una mala noticia, un mal momento, un error en un mal día y parece que todo está en nuestra contra en un momento.

Sin embargo, si intentas ver el vaso medio lleno, verás que sin esperártelo comienzan a suceder cosas agradables a tu alrededor, es más comienzan a llegarte buenas noticias que no esperabas, estarás siempre más dispuesto a conseguir tus metas, porque tienes la certeza de que puedes hacer lo que te propongas, porque sabes que siempre queda algo bueno por lo que debes seguir adelante.

Hay otro aspecto que considero muy importante si pretendes estar feliz: SONREIR. A mí desde hace tiempo me encanta sonreir, quizás es porque he comprobado que cuando sonríes a alguien llenas su vida con un poquito de felicidad (es lo que tiene haber trabajado con niños y comprobar el poder de una sonrisa). A veces puedes pasar malos ratos, momentos duros, pero no puedes olvidarte nunca que tú puedes estar feliz, que puedes seguir mostrando una sonrisa, seguir peleando, porque ningún obstáculo te puede hundir, solo te puede enseñar a ver otra forma de encontrar tu camino en la felicidad.

Pero, ser feliz no significa olvidar e ignorar todas aquellas injusticias que nos rodean y hacen que otras personas no puedan conquistar su felicidad, significa ser capaz de observar, criticar y actuar para cambiarlas. Estar feliz vá más allá de conformarse con mirarse el ombligo, para mí implica ver feliz a los demás. Porque yo no soy si los otros no son, porque siempre debemos ser capaces de ser empáticos y valientes, de entender y ayudar a otras personas, porque si consigo que otras personas estén felices mi felicidades doble.


Bueno al fin y al cabo quizás no haga falta incluir el derecho a ser feliz en la declaración de los derechos humanos, pero puede que sea necesario ejercer la felicidad y practicarla más a menudo, quizás incluso en nuestras escuelas, tan faltas de felicidad interior y tan importantes para proyectarla al exterior.