domingo, 26 de septiembre de 2010

MALIQ

Esta es una de esas entradas que nunca están preparadas, una de esas que me gustan, que salen en el momento, que no puedes dejar para más adelante.

Llevo dos semanas...mejor dicho llevo casi todo el verano leyendo libros que sobre todo tienen relación con la democracia en las escuelas y en las instituciones educativas, tema que a veces me obsesiona y sobre el que en la última semana preparaba una entradilla para el blog, pero anoche mientras caminaba hacia mi casa sucedió algo que ha propiciado este cambio repentino.

Esta situación me pone en un reto, en un dilema ante el que espero que cada día se enfrente cada docente en cualquiera de los niveles educativos ¿sigo adelante con lo programado o afronto la actualidad e intento trabajar con ella?, nos queda una opción más ¿puedo trabajar lo programado a través de las situaciones que me depara el momento?

Anoche volvía de tomar unas divertidas tapas con Judith y sus padres, caminaba solo, escuchando ese ipod al que, quizás por ser un regalo de personas a las que aprecio mucho, llevo casi siempre encima. Cuando apenas me quedaban 10 minutos para llegar a mi casa y, por fin después de un largo día, descansar y leer un ratillo antes de dormir, una persona se acercó a mí para interrumpir mi paseo. Era Maliq.

Maliq, alto, bien vestido, de piel muy muy oscura, con ojos penetrantes y una educación que más quisieramos muchos de quienes caminamos ajenos a lo que nos rodea, solo me pidio algo para comer. Giré mis ojos para mirarle y como en una gran cantidad de ocasiones respondí que no tenía nada, pero hubo algo que esta vez no me dejó seguir tranquilo. Caminé unos pasos, volví a girar la cabeza y allí seguía, acercandose a aquellas personas que pasaban, pidiendo algo para comer. Seguí caminando y pensando hasta que llegado un punto no pude evitar dar la vuelta, sabía que no tenía nada suelto encima, en mi bolsillo solo quedaba un billete de 10€ y mi situación económica no va más allá de aquella que tiene un universitario que además de estudiar tiene que trabajar y aún así, sigue esperando cobrar parte de un sueldo que cada vez ve más perdido, pero me acerqué y haciendo un gesto le invité a venir.


Maliq salió corriendo, recogió una bolsa que tenía guardada entre unas plantas y se acercó mientras le comentaba que le invitaba a comer algo.

Caminamos apenas 5 minutos hacia un kebab cercano, en ese trayecto, en ese corto espacio de tiempo, corroboré aquello que no he parado de defender desde hace unos años. Este sistema en el que vivimos no es justo, hasta aquí nada nuevo ¿verdad?.

Maliq comenzó hablando francés, pero al ver que con mi francés no podríamos mantener una conversación fluida continuó hablandome en español. Hasta aquí perfecto, nacido en Senegal, antigua colonia francesa e inmigrante en España (lleva unos meses aquí), bueno podréis pensar, yo también me adaptaría al idioma del país al que voy...

Llegamos al kebab, pide uno de pollo y continúa hablando, esta vez con el dependiente. Maliq no deja de repetir que le gustaría hablar mejor español, que ha venido buscando trabajo, pero que no encuentra nada, allí donde va le dicen que necesita hablar mejor el español. Maliq dió un curso de 6 meses de español antes de viajar aquí.

La conversación continúa y en esta el dependiente pregunta a Maliq por su nacionalidad, este al responder lo hace en árabe a lo que el dependiente queda impresionado, pero la cosa pasa a impresión colectiva cuando Maliq nos dice que el habla 4 idiomas: Francés (como idioma materno), árabe, Inglés e intenta aprender español. No, no era una broma, Maliq y yo continuamos hablando en inglés y yo seguía impresionandome con esa persona y su facilidad para expresarse en cualquier idioma. Hablamos de educación, conversamos sobre las religiones, sobre el respeto a quienes son diferentes, ...
Tras este encuentro seguí mi cammino hacia casa, pero esta vez mi cabeza no dejaba de dar vueltas pensando en aquella persona que en solo unos minutos había vuelto a poner de manifiesto que la realidad supera a la ficción.
Libre circulación de capitales, libre circulación de productos, pero seguimos poniendo trabas a la circulación libre de personas, al encuentro entre culturas, al reconocimiento del trabajo bien realizado.
Estoy seguro que la situación de Maliq en su país era mejor que la de las miles de personas que ni siquiera encuentran la cantidad de dinero suficiente para emigrar a otro país. Estoy seguro que hay personas mejor y peor preparadas que él tanto aquí como en otros lugares del mundo, pero no dejo de pensar cómo hemos llegado a convertirnos en la sociedad del título, de la acreditación forzada, de la competencia por un papel firmado, transmitiendo una educación que lleva a pensar que todo está dado, que la realidad es como es, que nada ni nadie puede cambiarla. En definitiva que el mundo es así.
Afortunadamente como decía Freire "el mundo no es, sino que está siendo". Somos nosotros como sujetos activos, críticos y creativos quienes construimos el mundo que queremos vivir, en cada decisión, en cada relación con los demás, con nuestras palabras y, sobre todo, con nuestras acciones.

lunes, 6 de septiembre de 2010

UN VIAJE DE LOCOS II

Quedaban unas 3 semanas para comenzar nuestro viaje y seguíamos adelante con todos los preparativos; diseñando la ruta, los posibles sitios donde parar...pero, esas pruebas que dicen que evalúan nuestros conocimientos (algo que dudo y seguiré dudando siempre) y un repentino ataque de ansiedad hacían que Lydia no pudiese acompañarnos a realizar nuestro Tour particular.
Jumi y sobre todo yo dudábamos seguir adelante, pero todo estaba casi preparado y finalmente creímos que cumplir aquel sueño también serviría para darle las gracias a todas aquellas personas que pusieron la ilusión en hacerlo y por distintos motivos no pudieron.
Estación de ferrocarril de Granada, era de noche, si no recuerdo mal alrededor de las 21:00 horas estábamos en la estación. Nervios, ilusión, incredulidad y muchas ganas. Nuestro equipaje: una tienda campaña de 20€, comprada hacía unas semanas y sin estrenar (aún dudo que soporte otra acampada en alta montaña); 2 sacos de dormir, uno para cada uno y sus respectivos aislantes; 1 linterna; varias latas, de atún, de patés; algo de embutido; un poco de pan; 2 cuchillos; varias toallas; cámaras de fotos; un portátil, me empeñé en llevarlo para descargar las fotos; un cuaderno y bolígrafos, así podría anotar cosillas importantes; las cosas de aseo; un mapa y lo más importante, la guía del Tour de Francia. Todo estaba listo.
Ups, se me olvidaba, pero en un viaje si llevas como acompañante a Jumi hay algo de lo que no tienes que preocuparte... ¡¡papel higiénico y agua!! seguro que eso esta en su mochila.
Por fin estábamos dentro del tren, cada uno en su camarote, camerino, habitación...¡¡¡caja de cerillas!!! así lo bautizó aquel señor que no nos dejó pegar ojo en toda la noche. Entre gritos, quejas y peleas con el revisor mantuvo en vilo a todo el tren por la ridiculez de espacios en los que teníamos que dormir.
Nuestro primer punto clave en el viaje era LLeida, donde llegaríamos después de un breve trasbordo en la Plana de picamoixons, una estación en medio de ninguna parte en la línea Tarragona-Lleida y que solo agravó el vacío de nnuestros estómagos (había que guardar las provisiones de comidas para días más alejados de las ciudades).
Era la primera vez que visitaba Lleida, de hecho era la primera vez que estaba por Cataluña y todo mi afán era demostrar a Jumi y demostrarme a mí mismo que todo lo que se habla sobre las personas de allí se basa sobre todo en tópicos. Primera lección que debíamos aprender sobre educación: es importante conocer y experimentar el contexto antes de establecer juicios que puedan convertirse en prejucios, como diría mi profesora de antropología es necesario realizar primero un proceso de abstracción para poder llegar a nuestra meta (¿tú que dices Tere?).
Nuestro primer destino en Lleida fue una panadería, donde no pudimos resistirnos a probar las deliciosas Cocas, una de vidrio y otra de pan. Primera conversación con una catalana y ¡¡oh!! si son tan amables como en cualquier otra parte de España: nos indicó donde estaba la estación de autobuses y que efectivamente de allí salían autocares en dirección a Vielha, además nos recomendó algunos lugares de los que tomamos nota (alguno de ellos lo visitamos posteriormente)
Compramos nuestros billetes por apenas 9,80€, y ya que teníamos tiempo nos decidimos a tomar unas fotos, conocer un poco la ciudad y tomar algo en un bar nacionalista catalán, que por qué lo sabíamos, porque cuando nos sentamos a pedir nos dimos cuenta de las banderas, fotos de dirigentes, insignias de CIU etc que decoraban el bar. Tras un agradable saludo en catalán nos atendiero con la misma amabilidad que la panadera y al darse cuenta que no entendíamos catalán nos hablaron en español sin problemas (vamos eliminando prejuicios).
En Lleida no duramos mucho más, esa misma tarde salía nuestro autobús no sin que antes nos hiciera un registro la policía secreta (y yo con carnet caducado). El viaje a Vielha se hizo largo, no sé si`por el tipo de carretera o por los nervios que no me dejaron dormir y me mantenían haciendo fotos de cada lugar por el que pasábamos.
12 de julio 8 de la tarde. Vielha estaba llena de turistas llegados para ver la subida del Tour a Pla de Beret el día siguiente. Aún no teníamos donde dormir, así que comenzamos a preguntar hasta encontrar una pequeña fonda con vistas magníficas, calefacción, aseo y una señora mayor muy simpática donde por 20€ pudimos ducharnos, cenar y descansar para cumplir nuestro primer objetivo del viaje: ver en vivo y en directo el final de etapa del Tor de Francia en Pla de Beret.
Estábamos en los pirineos, teníamos un objetivo, pero aún quedaban 10 días, 3031 Km por recorrer y dos etapas más a las que llegar a tiempo. Lo mejor estaba por llegar.